ENTREVISTA DE OSBO DIGITAL A JESUS PESTAÑA PRESIDENTE DE FAFCYLE: “Tenemos una fábrica en cada pueblo, tenemos que ser capaces de ponerla en funcionamiento”

Jesús Pestaña es el presidente de la Federación de Asociaciones Forestales de Castilla y León. Hay 713.634 propietarios privados en Castilla y León con una propiedad de 3,1 ha de media, según los datos del Estudio de la Propiedad Forestal de Castilla y León realizado por la Consejería de Fomento y Medio Ambiente. Sin embargo, el minifundio afecta a 600.000 ha de los 2.186.375 ha de titularidad privada. Esas 600.000 ha pertenecen a 650.000 propietarios, lo que implica una extensión media de 0,9 ha.
La atomización de la propiedad y la falta de gestión forestal que eso implica son algunas de las mayores preocupaciones de las asociaciones de propietarios. Incentivar la gestión forestal en la región, como motor de desarrollo socioeconómico y garantía de conservación de los bosques frente al cambio climático y los incendios forestales, es el objetivo principal de los propietarios, convencidos de que son “el primer eslabón” de la cadena forestal.

¿Cómo es la propiedad forestal en Castilla y León?

En Castilla y León el 51 % de su territorio es forestal y dentro de él más del 45 % es de titularidad privada. Un 30 % de la superficie forestal privada es menor de 1 hectárea. Es un dato demoledor porque significa que todo este territorio está sin gestionar. Es uno de los grandes retos de la gestión forestal en Castilla y León.

¿Por qué está sin gestionar y qué solución demandan ustedes?

A las propiedades de más de 100 ha se las exige por ley disponer de un elemento de planificación de gestión y a las pequeñas, parece lógico, no se les exige. El resultado es que el pequeño propietario forestal, que no vive de su propiedad sino que tiene otras ocupaciones profesionales, no hace gestión porque no es rentable. Pedimos que se haga gestión forestal en estas propiedades más pequeñas mediante la cesión de la gestión de sus propietarios. Le pedimos a la administración que favorezca esta posibilidad. Es la única manera de que la superficie forestal cumpla con su labor positiva para la sociedad. Veo pinares abandonados con una densidad excesiva que, más que un beneficio, son un problema. Si son árboles jóvenes desarrollan los servicios económicos, sociales y ambientales que pueden prestar.

¿Qué demandas le hacen los propietarios forestales de Castilla y León a la administración autonómica?

Primero que no estemos disgregados. Nuestras cuestiones están repartidas entre Agricultura, un poco a Economía, Industria y Medioambiente. Hemos solicitado la creación de una consejería de Medioambiente y que todo lo relativo a los bosques esté localizado allí.
Le pedimos que se desarrolle con más intensidad la gestión forestal; que acabemos con la atomización de la propiedad y que se apoye decididamente el asociacionismo forestal.
Queremos que la PAC destine más presupuestos a lo forestal dentro del Pilar 2 y que se trabaje más decididamente la sanidad forestal: tenemos graves problemas con el pino piñonero en Valladolid, en Salamanca con un hongo y con la avispilla del castaño en la zona productora de castaña.
Por otra pare, cuestiones más puntuales también nos preocupan, como los problemas que la Confederación Hidrográfica del Duero plantea a las choperas en zonas próximas a los cauces, cuando tradicionalmente se han hecho.
Y, por último, no tenemos un reconocimiento similar a las asociaciones agrarias como interlocutores con la administración púbica, pero la representatividad que tenemos es tremenda. Fafcyle representa en torno al 22 % de la superficie forestal privada. Tenemos unos 5.000 asociados que representan a 50.000 personas físicas.

¿Por qué es tan importante aumentar la gestión forestal en Castilla y León?

Por que tenemos una fábrica en cada pueblo; vamos a aprovecharlo, tenemos que ser capaces de ponerla en funcionamiento. Hay mucha diferencia de tener unas masas bien gestionadas a tenerlas abandonadas, desde el punto de vista ambiental, de fijación de CO2, de mantenimiento de biodiversidad y de desarrollo socioeconómico.
Los bosques tienen un peso social importantísimo al estar relacionados con la lucha contra la despoblación rural y el cambio climático. Aceptamos el reto, nos hacemos responsables de esta nueva función que tiene lo forestal en general. Por eso le pedimos una gestión forestal más intensa.

Tenemos una fábrica en cada pueblo; vamos a aprovecharlo, tenemos que ser capaces de ponerla en funcionamiento. Hay mucha diferencia de tener unas masas bien gestionadas a tenerlas abandonadas, desde el punto de vista ambiental, de fijación de CO2, de mantenimiento de biodiversidad y de desarrollo socioeconómico.

¿De qué forma se puede acabar con la atomización de la propiedad?

Le pedimos a la administración que favorezca la concentración forestal. Tenemos una prueba piloto en Nieva (Segovia) muy interesante. No es del estilo de la concentración agrícola en la que recibes otra tierra mayor por la concentración de unos cuantos terrenos, en este lo concentrado sería de propiedad colectiva. Pero no es fácil, la mentalidad en general es tendente al individualismo, cada uno quiere lo suyo.

¿Qué papel cumple la asociación para el propietario forestal?

Principalmente de asesoramiento. Es una labor muy importante porque el propietario demanda información y ayuda para gestionar subvenciones, permisos y conocer las posibilidades de su finca.
El propietario forestal se atiene a otros “tempos” distintos del agrícola, que recolecta todos los años. El forestal no tiene una relación continua con la finca, ni está habituado a gestionar permisos o ayudas porque lo hace cada muchos años, además de dedicarse, como he dicho, a otras profesiones. Así que las asociaciones les damos un servicio muy importante porque les guiamos en cuestiones burocráticas y técnicas de gestión forestal sostenible. Por eso es tan importante que la administración pública apoye decididamente el asociacionismo.

La inversión de la PAC en materia forestal dependerá en buena medida de las propuestas que haga la CCAA dentro del paquete de desarrollo rural, ¿qué noticias tienen de las intenciones de la Junta de CyL?

Se habla mucho de la PAC y de la importancia que le quiere dar a lo forestal y a la sostenibilidad medioambiental. Lo cierto es que la agricultura tiene mucho peso, con una consejería propia, mientras que nosotros estamos en otra consejería con menos peso del que quisiéramos en ella. De ahí que queramos una sola consejería de Medioambiente o en su defecto estar con Agricultura, que es indudable quien tiene más fuerza.

El gobierno de Castilla y León mantiene desde hace años un discurso de apuesta por el sector forestal regional como motor de desarrollo rural y generación de empleo ¿es así o se trata de un discurso hecho?

Es un tema lucido para un político hablar del desarrollo potencial de lo forestal en Castilla y León. Hace unos años la Agencia de Desarrollo Económico de Castilla y León (ADE) calificó a lo forestal como un sector estratégico, junto con la automoción y los productos agroalimentarios. Yo veo cómo están desarrollados el sector de la automoción y el agroalimentario y no veo el paralelismo con respecto al forestal.
Siempre hemos tenido buenas palabras, pero falta intensidad en la gestión de la Junta de Castilla y León hacia el sector forestal.

Siempre hemos tenido buenas palabras, pero falta intensidad en la gestión de la Junta de Castilla y León hacia el sector forestal

Hay voces que cuestionan que se deba destinar dinero público a los montes cuando más de la mitad de ellos suele ser de propiedad privada ¿por qué se debe invertir en el sector forestal?

La actividad forestal no es rentable, si lo fuera habría más actividad, pero como no lo es hay muy poca. Pero fíjate qué paradoja, para el propietario la rentabilidad es casi inexistente, pero para el conjunto de la sociedad es una rentabilidad fantástica desde el punto de vista socioeconómico y ambiental. Le hacemos ver a la administración que lo forestal es muy rentable socialmente.

La actividad forestal no es rentable, si lo fuera habría más actividad. Pero fíjate qué paradoja, para el propietario la rentabilidad es casi inexistente, pero para el conjunto de la sociedad es una rentabilidad fantástica desde el punto de vista socioeconómico y ambiental

La fijación de carbono y su capacidad para mitigar el cambio climático dan a los bosques una importancia política fundamental. ¿Cree que debería cobrar el propietario por la fijación de carbono?

Hay un principio aceptado por todos como coherente y pertinente que dice que “quien contamina paga”. Basándonos en ese principio podríamos decir que quien descontamine cobre. Los Estados negocian por el carbono que son capaces de fijar, el carbono cotiza y tiene un precio. ¿Qué le llega al propietario? De momento nada.
Nosotros estamos dentro de COSE y es una cuestión que se trabaja a nivel nacional. Pero no quiero ni siquiera pedir para los propietarios, la masa forestal que produce un beneficio social debería también beneficiarse ella, podría ir ese dinero para mejoras.

¿Qué entiende la sociedad por propietario forestal, qué imagen tiene de él?

No quisiera entrar en debates de apariencia política, pero no se les ha tratado bien en general a los propietarios. Eso pesa un poco. Cuando la sociedad ve noticias de incendios no me cabe duda de que la sociedad los siente, preferiría que no los hubiera. Otra percepción que tengo es que la sociedad piensa que una buena gestión es no cortar un árbol, no tocar nada. Es al contrario, la gestión necesita de hacer cortas que favorezcan la regeneración del bosque. El abandono forestal es el desastre.

La sociedad piensa que una buena gestión es no cortar un árbol, no tocar nada. Es al contrario, la gestión necesita de hacer cortas que favorezcan la regeneración del bosque. El abandono forestal es el desastre.

¿Cómo se enfrenta el propietario forestal a los incendios forestales? ¿Desde la asociación se promueven programas o proyectos de prevención de incendios?

Desde nuestro punto de vista hay dos caminos: la prevención y la extinción. Nosotros participamos de la primera porque la extinción es de la administración pública. La mejor prevención es la gestión. Estamos muy concienciados y participamos con la administración de la idea de invertir en prevención, que es invertir en gestión.

Es muy corriente oír comentar que hay que transmitirle a la sociedad el valor de los bosques pero ¿quién debe hacerlo? Cuesta dinero hacerlo bien

Nosotros tenemos que ser capaces de transmitirle a la sociedad la necesidad de la gestión forestal, porque previene el cambio climático y promueve el desarrollo socioeconómico del territorio. Cuando seamos capaces de hacérselo llegar, la sociedad después se lo hará llegar a los políticos. Es verdad que no es fácil y que cuesta dinero, nosotros hacemos lo que podemos y vamos a los medios a contar lo nuestro.

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